El hielo seco es una forma sólida de dióxido de carbono (CO2) y se utiliza comúnmente como refrigerante y agente de enfriamiento. A diferencia del hielo normal, el hielo seco no se derrite y en su lugar se sublima, lo que significa que pasa directamente de sólido a gas. Esta propiedad única del hielo seco lo hace una opción ideal para la conservación de alimentos, el transporte médico y los efectos teatrales.
Conservación
La conservación es esencial para garantizar la longevidad del producto y mantener su poder de enfriamiento. Cuando se almacena correctamente, puede durar un tiempo considerable, pero un almacenamiento inadecuado puede resultar en una sublimación rápida y pérdida de producto. En este blog, cubriremos las consideraciones clave para la conservación y almacenamiento.
Temperatura del Hielo Seco
Se debe almacenarse en un lugar con una temperatura de -109,3°F o menor. Si la temperatura es más alta, comenzará a sublimarse a un ritmo más rápido. Esto puede resultar en la pérdida de producto y una reducción en el poder de enfriamiento.
¿Cómo almacenarlo?
Para disminuir el proceso de sublimación y prolongar la vida del producto, es esencial almacenarlo en contenedores herméticos. Estos contenedores evitarán la fuga de gas de dióxido de carbono, que es un subproducto de la sublimación.
Se almacena mejor en un contenedor o enfriador aislado, como poliestireno expandido (ICOPOR). El aislamiento disminuirá el proceso de sublimación y ayudará a mantener la temperatura.
¿Donde debo almacenarlo?
Debe almacenarse en un área bien ventilada, lejos de cualquier material inflamable y fuentes de ignición. El hielo seco emite gas de dióxido de carbono durante la sublimación, lo que puede desplazar el oxígeno y crear un peligro de asfixia si se almacena en un espacio cerrado.
¿Cómo debo manipularo?
Se debe manejar con cuidado ya que puede causar irritación en la piel y los ojos. Al manejar hielo seco, se recomienda usar guantes y protección ocular.